jueves, 3 de julio de 2014

A cinco pasos de ti

"Solo abre los ojos y mira..." ," Yo puedo ver las estrellas..."

Acaso no sería fantástico, abrir los ojos y ver las estrellas. Muchas veces me hubiera gustado que todo fuera al revés; dormir de día, y despertar de noche..., y así siempre podrias ver las estrellas , allí arriba brillando como lo que son; estrellas. Vigilando todo lo que hacemos, o riéndose de nosotros porque nunca las alcanzaremos. 

Ojalá mi vida fuera siempre así, tumbada en el césped del patio trasero de mi casa, con música de Ed Sheeran, con libros de romances que casi siempre terminan bien, y con la mejor visión de todas, el cielo. Pero no puede ser, claro que no, algún día tendré que volver a la realidad.., pero no hoy.

Aparté el libro que estaba leyendo, y lo dejé a un lado en la hierba , mientras volvía mi vista arriba. Miles de estrellas hacían del cielo el lugar más iluminado esta noche, y ese azul cada vez más profundo y oscuro, me recordó una cita de Phil Bosmans :" Para algunas personas hay, en algún lugar, un trozo de cielo en la tierra". A lo mejor este era mi lugar, mi pequeño trozo de cielo ...

Me desperté como cada mañana, por el estúpido despertador. Era Sábado pero me había olvidado de apagarlo la noche anterior. Así que aquí estaba un sábado a las seis de la mañana viendo la tele casi sin volumen para no despertar  a mis padres. Me caía del sueño, pero me era simplemente imposible poder dormir otra vez, así que me dediqué a seguir cambiando de canales. 

Paré en uno de dibujos, en el que lo que parecía ser un perro verde, hablaba detenidamente con un niño de cabeza desproporcional al cuerpo. Apagué la tele, normalmente estos dibujos conseguían distraerme y tenermee entretenida por lo menos un buen rato, pero esta mañana me sentía especialmente rara, y distante así que decidí salir. 

El aire fresco de la mañana consiguió despertarme , lo cuál agradecí, no sería muy bonito quedarme sopa en medio de la acera... Llegué a un banco de madera, no muy lejos de mi casa, que miraba a la carretera, no muy transitada a estas horas. No era una vista espectacular, pero no me quejaba. Miré la hora en mi móvil, 06:38, aún quedaban unas cuantas horas hasta que se despertaran mis padres, así que me relajé.

Estaba empezando a notar el frío, y a echar en falta mucho a mi amada manta de ositos, cuando me fijé en él. Estaba al otro lado de la calle, sentado en otro banco de madera, y me miraba a través del gran ojo de su cámara. Apartó la cámara de su cara y por fin le vi la cara. "No es nada del otro mundo", dirían y pensarían la multitud de chicas de mi edad con más maquillaje que cerebro, pero para mi era un chico muy por encima de lo común. Pelo castaño oscuro, corto, pero lo suficientemente largo como para poder enredar los dedos en el. Ojos verdes, verdes como la hierba húmeda una mañana de verano, como las hojas nuevas de un árbol después del otoño..., el verde de los ojos que siempre tenía el anónimo personaje que ocupaba mis sueños.

Una ligera sonrisa de lado se formó en su cara, y a la vez un escalofrío me recorrió de arriba a abajo, me pregunté si sería coincidencia, al igual que también me pregunté que hacía un chico  así, a las siete de la mañana un sábado, sentado en un banco y sacándole fotos a una chica con insomnio y en pijama. Normalmente chicos como él, solían estar todavía de fiesta o volviendo a casa con una resaca tan grande que hasta el ruido de una mosca  podía sacar a ese alguien de quicio. 

Cuándo dejé de pensar me dí cuenta de que el chico se había levantado y se había alejado, al parecer ya hacía un rato. Sin saber porque me sentí impulsada a seguirlo.
 Tal vez porque no podía publicar esas fotos en ninguna red sin mi consentimiento ?... <<Ni tú te lo crees, Autumn>>, pensé.

Pero aún sin un motivo en la cabeza, al alcanzarlo lo agarré del hombro, haciendo que se parara. Me miró confuso, y yo no pude hacer nada más que balbucear. Sentí que algo duro me oprimía el pecho, y mi respiración de pronto se volvió irregular. << CÉNTRATE!  Se puede saber desde cuándo te pones así por un chico ?! Tú solo dí "Hola" >> . Pero no era tan fácil.

 Llegué a plantearme fingir un desmayo para no parecer tan idiota y dar un poco de pena, pero resultaría más bochornoso aún ya que lo mío no es mentir y mucho menos fingir. 

Llevaba un buen rato mirándolo fijamente, sin decir nada y seguía agarrando su hombro, así que lo solté y respiré hondo; con los ojos cerrados cogí todo el aire que fui capaz de almacenar y lo dejé escapar cuándo lo escuché hablar.

-Habías visto un amanecer así, alguna vez ?- abrí los ojos, y él ya volví a tener la cámara pegada a la cara enfocando la salida del sol. - Siempre he preferido las puestas pero esto no está tan mal..- me sentí una estúpida. Que pintaba yo ahí, y seguramente antes ni siquiera me sacaba una foto a mi, si no a un paisaje más bonito.

Me quedé atontada pensando y mirando el paisaje que me dí cuenta en el último momento de que ahora la cámara volvía a mirar hacia mi.

-Pero qué ... ?!- maldecí cuando el flash me cegó.
-Wlliam Dallas Sprouse- dijo alargando una mano hacia mi.- Pero tú puede llamarme Will.
-Autumn Ludwig- respondí estrechando su mano, cuándo volví a recuperar la vista .- tú no eres de aquí verdad ?- pregunté lo obvio.

Tardó un rato en contestar, pero al final me contó que se acababa de mudar con su madre y sus hermanos a una casa que estaba solo unas calles más abajo. Según dijo se mudaron desde Oklahoma a Tennesse, para "cambiar de aires". 

-Bueno.., y tú qué? - mientras hablaba habíamos caminado hasta sentarnos en la hierba poco húmeda de un parque infantil.- te acabo de contar cosas que no tendrías porque saber, desconocida. 
-No soy yo la que te sacaba fotos! - en ese momento me dí cuenta de que todavía seguía en pijama, y agradecí que la noche anterior manchara el pijama de unicornios rosas de ketchup...-Em.. bueno... - por segunda vez en no más de una hora, volvía a estar en blanco.

<<Está claro, que hoy no es tú día, verdad ?!>> , me recriminé. El suspiró al ver que no decía nada. << Se aburre, y  si se aburre le caeré mal>>, y no es que me entusiasme la idea de caerle mal a nadie, a menos que no sea por un buen motivo. Así que respiré hondo por segunda vez en el día y contesté.

-Simplemente llevo aquí toda mi vida, no tengo hermanos, pero si un perro llamado Maud Keiler Masen, pero lo llamamos Maud.
-Estas de coña, verdad?!- comenzó a reirse, no con esas risas que la gente finge para quedar bien, si no, una risa a carcajada limpia , estas que contagiaban tanto que podías pasarte horas riendo,  y hasta llegar a olvidarte del motivo.

Reí con él. 

-Vale! Primero: no tienes nada más emocionate que decir ?, y segundo: tengo que  conocer a ese perro.
-Solo si me dejas tu cámara- llevaba pensando un buen rato en pedirsela y que mejor forma que  el chantaje?

Mientras lo guiaba hasta mi casa, comenzó a decirme lo mucho que quería a su cámara el mucho cuidado que tenía que tener con ella, y alguna que otra explicación sobre su funcionamiento.

-...pero sobre todo, recuerda...- intentó decir antes de que el flash lo pillara des prevenido.

Miré la foto que acababa de sacar.Llevaba un buen rato hablando con él y era la primera vez que me fijaba en el hojuelo de su mejilla derecha. Sonreí. Siempre me han gustado los hojuelos, hacen más adorable a la gente.

Cuándo llegamos a mi casa, ya tenía un montón de fotos de él. Lo mío no es la fotografía pero me empezaba a gustar esto de las fotos a traición.

-Pero dónde estabas ?! - gritó mi madre, que acaba de aparecer por la puerta. Esaba ya vestida y su mirada de preocupación me hizo entender que ya hacía un buen rato que mi padre y ella se habían levantado.
-Creo que lo de conocer a Maud Keiler Masen, quedará para otra ocasión, verdad?- dijo William, en un susurro.

Asentí, y le devolví la cámara y me despedí de él a regaña dientes. Le intenté explicar a mi madre que hacía a esas horas con un chico al que no conocía de nada, pero dejó de escucharme cuándo, como no, el trabajo la engulló. Me fui a mi habitación. <<Oh , William Dallas Sprouse de Oklahoma, con un hojuelo en la mejilla, y los ojos verdes... Este día no ha empezado tan mal, gracias a ti.>>

viernes, 20 de junio de 2014

Cierra los ojos

Corrí todo lo que mis piernas cansadas me permitían, pero no podía parar, ahora no. Llegué al callejón, tenía dos opciones, la mejor de todas sin duda, habría sido el camino iluminado, un poco màs largo pero mucho más seguro. Pero tenía demasiada prisa, ya llegaba lo suficientemente tarde, así que me adentré en el callejón.

Aunque el fuerte viento frío que hacía me recordaba continuamente que solo llevaba una sudadera y que mis manos heladas ya casi no reaccionaban, decidí no correr, estaba muy candada y por temor, de que si lo hacía alguien podría darse cuenta de que tenía miedo, y eso no me ayuaría si pasara algo malo.

Coloqué mis manos, debajos del brazo opuesto, mientras miraba a todos lados. "No recuerdo que hubieran tantos gatos negros y blancos por esta zona..." pensé.

El viento cada vez aumentaba su fuerza, y el camino parecía no tener fin. Con cada pequeño ruido que escuchaba detràs de mi tenía la necesidad de salir corriendo, pero no lo hacía, ni me permitía el lujo de mirar hacia atrás , por temor a no poder volver a mirar hacia adenlante .

Ya casi no distinguía los ruidos provocados por una persona, o por el simple viento. Al fondo del camino, ya lo veía. Adelante un poco más mis pasos, y inconscientemente el ritmo de mi respiraciôn, profunda, dolorosa..

Mis orejas estaban heladas, mis piernas ya no parecían mías, iban por si solas, ya nada me pertenecía. Estaba llegando a la calle que dividía el camino hacia mi casa, de los demás. Lo sè, estaba cerca, podía ver las luces de los multitudes de coches que pasaban todos los días.

Depronto sin motivo alguno, miré hacia atrás y fue lo peor que podría haber hecho. Vi una figura detrás de mi. "Me seguían" .No conseguí distinguir nada, por el acto reflejo de volver a mirar hacia adelante, no quería que nada me eperara allí.

Ya estaba enfrente de la calle, pero no podía pasar, porque cada vez venían más coches y todos a gran velocidad. Miraba el camino de mi casa, que se encontraba justo enfrete de mi.

Las luces de los cohes me cegan, parecían provenir de todas partes.

Y lo último que recuerdo es eso, lo último que vi, las multiples luces de los coches enfrente de mi. Estaba tan cera...pero a la vez tan lejos. Mi visión fue robada por una mano, proveniente de mi espalda. Gritaba pero sabía que nadie podría oirme, pataleé, pero no causó ningún efecto en el. Tapó mi boca con su otra mano, y ya solo podía emitir ruidos inaudibles. Le intentè morder, pero ya nada serviría. Lo intentè todo.

 Sentí un golpe seco en mi nuca, y todo se volvió todavía más oscuro. " Y esto es mi final?" pensé. "Tantos años esperando a ser lo sufiente mayor para poder hacer todo lo que quería, y mi vida termina, con sueños sin cumplir, con viajes sin realizar, con personas sin conocer... con nada, con nadie. Por lo menos lo intenté, no me rendí de primeras, podrè irme orgullosa de ello, no ?"

Oía gritos, pero no podía entender nada." Y todo esto en solo dècimas de segundo. Como puede ser una vida pase tan ràpido y el final sea lo más lento, es el momento en el que más tiempo tienes de refleccionar, donde te das cuenta de todo lo que podrías haber hecho, para no terminar asî; todo serîa diferente si hubieras hecho aquello o lo otro , o si no hubieras hecho nada. Pero dicen que todo sucede por alguna razón, la cual en el último suspiro intentas buscarle respuesta, yo por lo menos no la encontré."

Caidos

Porque ? Solo te pido una explicación!- le dije casi en un susurro.
-No lo sé... Creí que sería lo mejor...- pude ver como su mirada se tornaba triste y desesperada.
-Pues no lo fue!Me hiciste daño, ... mucho daño-tenía que reconocerlo, todavía lo amaba. Amaba cada parte de él, por muy insignificante que fuera ; su pelo rubio, su pequeña nariz, sus hermosos ojos azules, capaces de manipular a cualquiera.Pero no, me había hecho mucho daño, largándose así, no lo arreglará tan facilmente.

-Lo sé y eso me está matando por dentro, siento mucho todo lo que has sufrido por mi culpa y sé que sentirlo no lo arreglará.Pero solo quiero que lo sepas.- el silencio lo inundó todo, hasta que sentí como se levantaba. Escuché sus pasos alejarse, dejándome desolada, triste y confusa , por segunda vez.
-NO! No volverá a pasar! -dije poniéndome en pie, con un valor que no sabía que tenía.-Ya te marchaste una vez, y no permitiré que vuelva a pasar.- dije mientras caminaba hacia el, que había parado de inmediato su paso.

-Por que..? - intentó decir, pero ahora me tocaba a mi hablar.
-Te odio- dije ya enfrente de él. El seguía escuchando atentamente cada palabra que salía de mi boca.- Te odio..- repetí esta vez más bajo.- Pero a la vez, no puedo odiar a la persona con la que he estado soñando caa noche que me acostaba llorando, durante estos meses.No puedo aunque quiera...-sin aguantarlo más lloré, un mar de lágrimas recorrieron mis mejillas, mojando todo a su paso. Y él, sin aguantarlo más me abrazó.

En sus brazos volví a sentir lo que tanto había echado de menos; su presencia, la cuál siempre conseguía lo imposible. Lo apreté con más fuerza contra mi. Estaba vez no dejaré que se vuelva a ir. Nunca más.

Recuerdos

Mi mundo se derrumba y cada pesado ladrillo que lo construía, al romperse desencadena recuerdos del pasado, de mi pasado, de nuestro pasado...

Acaso ya todo ha acabado? Por un momento llegué a creer que teníamos la última oportunidad, la decisiba para, de una vez por todas, hacer las cosas de manera correcta. Pero aparece que como siempre en la vida, me he equivocado. No exite, y muchos existirá un "Nosotros" en el futuro, por eso te pido que me ayudes a recuperar los recuerdos del Antes, aquellos que tan felices nos hicieron, que nos sacaron sonrisas, y alguna que otra lágrima, los mejores momentos que vivimos y que nunca mas viviremos.

Carta de San Valentín

Ya cansada de rechazos, recurro al último método que se me ocurre para captar tu atención, aunque solo sea por curiosidad.

Como ya he dicho, lo he intentado, se puede decir que de mil formas distintas, y aún así, no conseguí mi objetivo.
Solía pensar que abrirle mi corazón a alguien era inútil, incluso creí que enamorarse en si, lo era. Pero la equivocación me arrastro con ella, hasta lo más profundo de la soledad, desde donde te escribo. Porque ahora sé que lo que quiero y más me hace falta eres tú.

Tu evadiste mi pasado por mi ignorancia, huyes de mi presente por mi miedo y por eso, solo te pido que formes parte de mi futuro, y nunca te alejes de él.

Contigo aprendí que querer a alguien no es una sensación más, si no algo con lo que todos hemos vivido, vivimos y viviremos algún día, y es algo para lo que nadie está preparado. No se nace aprendido y nunca se aprende.

Gracias por cambiar mi existencia no lo hubiera querido de otra forma.

Solamente tú

No pensé que me verías, que me besarías de aquella forma, ni en alquel lugar. Ni siquiera creí lo que en mi mente pasaba, ni lo que mi corazón decía. Esa noche decidí, no creer. Decidí seguirte, a cualquier lugar al que me quisieras llevar, decidí pararme a sentir tus suaves caricias, tus dulces besos. Decidí no escuchar lo que a mi alrededor pasaba, ese día solo decidí pensar en ti,... y a partir de ese todos los demás días del resto de mi vida. Aquella noche, fue nuestra primera noche...La primera noche de una historia que aunque llegara a acabar, nunca llegaría a ser olvidada.